La Tríada - So Blonde
Que mi súplica os sea grata.
Hablando de la forma, So Blonde nos deleita con una prosa perfectamente estudiada, que baila con el macarrismo y la elegancia a partes iguales. Las descripciones de los personajes y de las situaciones son tan visuales que te encuentras sumida en pleno centro de Madrid, reconociendo sus avenidas y sus hoteles-picadero aun cuando no las has pisado nunca. Conoces los personajes, les sigues, los hueles, buceas en su interior, es más, te calzas sus zapatos y te perturbas. Te perturbas mucho. Por las historias que cuentan, las relaciones que se establecen entre ellos. So Blonde nos prepara un cóctel no apto para mentes sensibles; tiene la receta perfecta para mezclar la más distinguida prosa con las partes crudas y oscuras de la sociedad actual (y del libro más famoso – ¡vaya por Dios! – de la historia). Mis dieces, nena.
Qué voy a decir del argumento. Me cogió desprevenida totalmente, bajó mis defensas, y ya no pude salir hasta llegar al epílogo. En las primeras páginas te atrapa con la versión real y dura de la Biblia, incluyendo violaciones tachadas de milagro y delirios de un mesías que no son más que las paranoias propias de un adicto. Es brutal ver a clásicos personajes bíblicos como Gabriel, Caín o la Muerte convertidos en entes que conviven con los mortales en la actualidad, en una ciudad tan icónica como es Madrid. Si os digo que yo, ignorante de gran parte de lo que envuelve al Viejo y Nuevo Testamento, en los descansos entre ‘capítulos’ googleaba todo lo que desconocía para entender los personajes y situaciones que se narran en la novela, imagínate tú.
Se presentan tres protagonistas, las Nenas Malas, tres mujerones donde los haya (me encanta la forma de empapar de feminismo todo lo que acompaña a la Biblia, jeje). Luz, la Primera de Todas, divina rubia con armadura de Prada, Hermés y Gucci, encabeza el grupo. Le acompañan Bel, oscura como su cabello, rockera y cañera; y Santi, una jovencita pelirroja que embelesa a todo ser vivo y no-vivo, que esconde un secreto que cabalga entre la sicalipsis (ñam) y el terror.
Todo empieza cuando la rubia cabrea a los de Arriba cuando estos se enteran que mantiene una conversación con cierto viejo importante residente en el Vaticano. Los Chicos Buenos, ángeles y arcángeles del Cielo, fieles al Todopoderoso tanto como enemigos del libre albedrío y pensamiento propio, deciden cortar cualquier posible desastre sagrado que pueda suceder a raíz de esto. Mientras Luz, Bel y Santi ejecutan su cometido en la Tierra, se forman alianzas entre los divinos y cierto colectivo desterrado y repudiado como son los Nacidos para Perder, hijos de Lilith (la primera mujer, la que no pudo ser domada, sexual, igual que el hombre; figura religiosa repudiada ampliamente por los católicos más acérrimos; véase por ejemplo http://es.catholic.net/op/articulos/811/cat/116/el-mito-de-lilith-es-biblico.html#modal).
Así, con todos estos personajes, y más, se orquesta una trama trepidante y convulsa, que entra en el eje de un giroscopio infinito que te arrastra, como si de un sumidero se tratase, por las páginas de la novela hasta llegar a un final apoteósico, donde los caminos de las deidades, los demonios y los humanos se entrecruzan y se lía una bien gorda. No se trata de un final abierto ni cerrado, pero enciende la mecha del hype de forma instantánea. Y cierro aquí porque se me escaparían más detalles y como que no.
Señoras y señoritas, he tenido entre manos una Novelaza en mayúscula(s). Si buscáis algo original, fresco pero oscuro, irreverentemente sexy, elegantemente impío, y muy, muy, muy bien escrito (por cierto, me gusta mucho la edición de Dolmen Editorial), no dudéis e id ya a por él.
Amén.
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