jueves, 11 de abril de 2019


Llevo mucho tiempo dando vueltas a "El último sueño" de Guillem López y qué mejor momento para escribir lo que durante mucho tiempo me ha rodado por la cabeza que justo antes de que saque su nueva novela "Lago negro de tus ojos". 

Después de leer en diferentes reseñas que la novela es light, que es menos críptica que "Arañas de Marte", que es menos cruda que "La polilla en la casa de humo", mucho más lineal que "Challenger", que es el típico viaje del héroe, … Aunque todas esas reseñas terminan con la misma frase: “pero es una novela totalmente disfrutable".
 Personalmente, no creo para nada que esas afirmaciones sean correctas. No, señoras y señores; "El último sueño" supura Guillem López por todas partes, aunque no lo parezca es críptica y cruda y, bueno sí, es una historia lineal si nos basamos en que tiene introducción, nudo y desenlace. También nos explica el típico viaje del héroe. ¿Y qué?

Para mí, es una novela histórica fantástica. Sí, ¡histórica! Me explico, leyendo la novela no podía parar de imaginarme todo el movimiento punk en el País Vasco de los años 80, la zona especial norte, la calaña y las ratas de la margen izquierda Nervión. Todos ellos bajo los efectos de las drogas y como máximos representantes de todo este movimiento social, grupos como R.I.P, Cicatriz o Eskorbuto.


¿Acaso no os recuerda esto a los Marginados Burr, Zaid, Yiel y Adaxas, esos mismos que se convierten en colegas de trapicheos y aventuras de Kemi? Los que la sociedad no quiere, menosprecia, ignora o simplemente ejecutan a la mínima molestia y listo. Aunque aquí da otra vuelta de tuerca a la historia, y Guillem nos hace preguntarnos: ¿qué pasaría si esta calaña despreciada por la sociedad no quisiera ser aceptada y quisiera construir un mundo paralelo al existente? Pues esta es otra de las preguntas que nos plantea la novela.

Otra de las cosas buenas que tiene la novela es la prodigiosa mano que tiene Guillem para ir introduciendo la información en la historia. Nos va presentando las diferentes bandas que habitan en la parte pobre de Ciudad Paradiso, con muchos puntos en común con la película "Warriors", tal y como el propio autor ha comentado alguna vez.  Bandas variopintas y curiosas, muy diferentes entre sí, pero con un factor en común: lo primero es la banda. Merecen especial mención los Technos, que inevitablemente me recordaban a los habitantes del pozo (“La polilla en la casa de humo”). 



En el lado opuesto, relata las mil y una tretas que ejecutan los gobernantes de Ciudad Paraíso, tocando múltiples temas para nada simples: el poder militar, el político y la religión. Una jerarquización social extrema, un poder político que conspira sin remordimientos y dispuesto a hacer lo que haga falta para seguir en el poder, y una religión controladora. Una crítica social descarnada hacia todo el poder que forma cualquier estado actual. Pero ¡eh!, que Guillem no se arriesga en esta novela. 

Y más aún, Kemi, la adorable y vulnerable Kemi. Un personaje transgénero para nada puesto al azar o porque se tiene que poner. Es uno de los mejores aciertos de la novela y con todo el sentido, una deliciosa oda a la identidad individual. Otra crítica a la sociedad actual y que nos tendría que hacer reflexionar a todos es la normalización que hace la novela sobre este tema, sin que nadie se plantee porque Kemi es… Kemi es Kemi y punto. ¡Bravo!

En definitiva, no es para nada una novela conformista, por lo menos a mí no me lo parece. Después de más de un año de su publicación, yo aún veo reflejos en esta sociedad en la que vivimos que me recuerdan a escenas de la novela. Sigo viendo la misma mugre, sigo sintiendo la misma vergüenza hacia la gente que nos gobierna y el mismo rechazo hacia la religión y la sociedad patriarcal que nos rodea, eso mismo que sentí leyendo esta historia. En definitiva, y no digo nada nuevo, que las novelas de Guillem te hacen pensar y te dejan reflexionando durante días lo leído.

Ahora ya solo queda espera el día de la publicación de "Lago negro de tus ojos"… 



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